Se aproxima la semana santa y mucha gente se marcha fuera, se ponen en marcha las famosas procesiones, con los distintos pasos hacia la muerte del Señor, los que se quedan, no se las pierden en su gran mayoría. Son fechas, en las que todos parecen tener fe, sienten lo que ven y se arreglan, con todo respeto, para verlas en directo, por lo menos en estos días, Jesucristo ve desde el cielo a los verdaderos y a los falsos y recordará aquellos tiempos en los que murió por todos nosotros, vendido por los que creía sus amigos. Tras la resurrección, muchas personas se suelen ir a los campos y hacen sus parrilladas, comen, se divierten y en Valencia, se le llama concretamente la mona de pascua. La mona de pascua es un dulce, que adopta distintas formas de animales u otros dibujos distintos, con un huevo duro en el medio y muchos anisetes, es típico de la tierra valenciana. Ahora se ha perdido mucho la costumbre, pero antes, se volaba la cometa, se saltaba a la cuerda, se ponían los vaqueros y las familias y grupos de amigos y amigas se iban al monte a comer la famosa paella o torradas de carnes, longanizas, morcillas, chorizos o chuletas...Todo tradiciones, que van menguando mucho en algunas zonas y en otras, se mantienen con mayor perseverancia.
A mi, me da igual el día que sea, para recordar o celebrar algo, pues cada día visto y hago, lo que dentro de mis posibilidades puedo y me da la gana, por lo tanto, no espero nada del mañana, ya que el hoy es presente y futuro. Cada vez, me voy estabilizando más, me cuidan divinamente, me lo hacen todo y si el tiempo es bueno, salgo a desayunar, a tomar el sol, me doy una vuelta, compro si necesito algo y regreso a mi casa, para que me den la comida.
Este sitio es precioso, pero los fines de semana es un desierto, dicen que en verano hay un ambiente estupendo y eso, me gusta. De todas las maneras, me voy a marchar a ciudades cercanas a distraerme y conocer gente si me apetece y hacer amigas de mi edad y sin buscar nada, pues lo que tenga que ser, será.
Hoy, no he salido, pues el día era de invierno puro y no soporto nada bien el frío y como mi casa es tan acogedora me he quedado aquí, me han acostado, me han dado la cena y voy a ver Autopista hacia el cielo, pues es una de mis series favoritas y no me canso de verla, hasta que me tomo la medicación y quedo anestesiada sin llegar a ver nada, por eso, hasta las 23 horas las ignoro y escribo algo. Espero que si os vais por ahí, la prudencia os reine a la hora de conducir, con todos los ojos posibles por los que puedan ir mal.
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