LO VOY PERDIENDO TODO, PERO GANARÉ LA BATALLA, SI ES VOLUNTAD DEL SEÑOR

La enfermedad que ahora, me han diagnosticado, es una verdadera preocupación, pues cualquier infección complicada, me podría traer graves consecuencias, por eso, llevo tantos goteros puestos ya y no pueden ingresarme, por los microbios que hay en el hospital, así de claro me lo explicó la doctora. El déficit de la proteína, que necesitamos para sobrevivir, me está originando una infección, que no consiguen quitarme, estoy al descubierto de vulnerabilidad hacia cualquier otra, e incluso, tengo mucha predisposición a poder desarrollar células malignas. Si lo pienso me vuelvo loca, por lo tanto evito hacerlo y lucho con todas mis escasas fuerzas, para no dejarme vencer. La vida está en manos de Dios y a lo mejor si me toca, resulta que me cae un ladrillo de un tejado y me quedo frita, pero no obstante, en muchas ocasiones sin quererlo, cuando me aparecen los síntomas, apenas puedo mantenerme ni en la silla y tengo que venirme a casa, para acostarme. El miércoles me llevan al hospital, apenas salgo de él y con todo lo que veo, me deprimo, lloro, todo lo que me han hecho me viene a la mente, me entra miedo, me siento sola, los dolores son insoportables, los brazos los tengo negros y con bultos de tanta aguja y entonces, siento un hambre angustioso de justicia, pues la grave depresión a la que me llevaron y el trauma que padezco, por culpa de una mal tratadora asesina y sus familiares, me quitaron las ganas de vivir y dejé de comer, solo dormía y dormía de tanta y tanta medicación y ahora, todo me pasa factura. La maldita canalla, que jugó con mi vida hasta que ya no le servía y me negó una calidad de vida, con sus agresiones y abandonos, puede estar segura, que si Dios se me llevara, no habría noche mientras existiera, en la que mi espíritu no se le hiciera presente, hasta que el terror la llevara al infierno, por los malos tratos que recibí y las pervertidas brutales de sus allegados. Hoy estoy muy pachucha y apagada, pero quiero ser positiva, y convencerme de que los veré a todos ellos en un banquillo, para que les declaren culpables, aunque no recupere la salud que me han arrebatado, pues mi abogada es optimista y con su saber y la constancia, conseguirá que los condenen, de los delitos que han cometido conmigo. Las secuelas que me han quedado son muy graves, por eso se me llevan de aquí, pues me han condenado demasiados, gracias a todos los miserables que se han ensañado a placer, pero Dios no me deja de su mano y el gobierno de Castilla la Mancha se ha desvivido conmigo y ya lo tengo todo, para marcharme a la mayor brevedad; también ha sido una grandiosa especialista y muy muy importante, mi doctora psiquiatra, con el informe que me hizo, pues conoce la verdad y que de seguir aquí, o me vuelvo loca o me muero sin remedio. Si amigos, si, se puede morir de pena, pero de las consecuencias que trae la misma, cuando tropiezas con asesinos en potencia, que sin utilizar pistolas, te pueden matar exactamente igual, por eso, mientras queda un hilo de aire, hay que buscar la salida, para salvar lo que sería inevitable. No hay palabras suficientes de gratitud en mi corazón, para todos los organismos que han intervenido, que se han desvivido, que se han coordinado y que me lo han llevado de manera muy personal, debido a la gravedad de mi estado y que me han demostrado la gran humanidad que tienen y que no olvidaré jamás de los jamases. Ahora, ya me van preparando el equipaje, con las cosas que no necesito gastar, pues en enero me entregarán las llaves, con mi nueva casa reformada, para mi adaptabilidad y será el mejor regalo de reyes, que me ha enviado el Señor desde el cielo, a través de las personas más encantadoras, que siendo importantes, son maravillosas, muy sencillas y de gran corazón.