EL FUTURO DE LA HUMANIDAD SEGÚN EL PAPA

Señor Papa: Me parece una vergüenza, que tenga usted el atrevimiento de decir algo así, porque la verdadera amenaza del mundo son personas como ustedes, que no paran de juzgar, no se miran sus grandes pedruscos, pero ven la miga de lo demás. Si lo tuviera delante lo haría callar, pues si el Señor volviera a la tierra, se le desataría su ira, viendo como han convertido la casa de su Padre en una cueva de ladrones y que  las iglesias son más bien museos de turistas y encima colocan la cestita, por visitar huesos, que no sabemos ni de quienes serán. La homosexualidad no es una enfermedad, pero si que es cierto, que el ser humano se cansa de todo y ya no saben lo que practicar, para vivir por y para el sexo y disfrutar con la carne. Aún así siempre y cuando no engañen ni le hagan daño a nadie, cada cual, hace lo que le apetece con su cuerpo y cuando les llegue la hora de rendir cuentas, no se las van a dar a usted. Ésto es lo que no desea Dios, ni con homosexuales ni heterosexuales, ¿o es que acaso, no se celebran matrimonios de gente que no cree en nada y solo se casan por la iglesia, para lucirse un poco más?...¿Acaso, no es más cara la celebración según el templo que sea?. Señor Papa, lo que deberían hacer todos ustedes, es hablar de amor e inculcar, que el cuerpo es templo del Espíritu Santo y que se debe hacer el amor, pues es muy distinto a estar practicando sexo con diestro y siniestro; después obrar con el ejemplo, a continuación quitarse todas esas riquezas tan enormes y repartirlas entre los pobres, porque San Pedro, era humilde, le daban de comer y se cobijaban en cuevas, para hablar del Señor..¿Cuántos criados tiene en el vaticano?...¿cuántos empleados para atenderle?,...¿y el banco?...¿cuando dijo el señor que su iglesia almacenaría dinero, en vez de repartirlo?. Señor Papa, ustedes son humanos y cometen los mismos pecados, cuando alguien es lujurioso, pederasta, matan y todo se lo tapan. La iglesia desde antaño, ya formaba la santa inquisición, para quemar a mujeres a las que apodaban brujas y las quemaban en un hoguera...¿A quien representa usted, a Dios o a satanás?. Le voy a aclarar algunos puntos: Soy lesbiana, pero muy especial y diferente, no concibo tener sexo con nadie, pero si, hacer el amor con todo mi corazón y mi alma, con mi pareja; amo en lo bueno y en lo malo, si es que algún día puedo volver a enamorarme y no me asesinan brutalmente por estar enferma, también hay cosas que no las comprendo, pero las respeto, porque no se puede obligar a nadie, a hacer lo que no hacen ustedes, pues seguro que tiene lo mismo que el resto y comete sus pecados. Lo único que amenaza el futuro de la humanidad es el desamor, la falta de caridad, la superficialidad, la inexistencia de fe, la sociedad tan materialista en la que vivimos, las injusticias..¿por qué se les llama a esa gente de la selva, del tercer mundo?, que yo sepa solo tenemos un mundo, pero el problema, es que unos lo tienen todo y otros no tienen nada..Usted no toca la espiritualidad, usted es un político, que quiere implantar sus normas, porque cada uno, interpreta la biblia a su libre albedrío y conveniencia.

Los que usted llama heteroxuales, hacen las mismas promesas falsas, y con dinero, hasta les anulan los matrimonios, los hijos ya no se pueden tener, porque hay una crisis horrible, ellos si que lo van a tener difícil, porque si ustedes que pueden cambiar el mundo, no hacen nada, más que criticar y hablar de tonterías, ¿como no van a estar vacías las misas, excepto con cuatro hipócritas, que después van con el mazo dando?...Todos podemos cambiar el mundo, todos, pero no se puede servir a DOS SEÑORES, o sirves a Dios o sirves al dinero, y a lo que conlleva en los avariciosos, las reacciones que provocan. El mundo ha perdido la humanidad, pero se ha hecho en general, pues si hablar de amor, si puedes sentirlo, si lo demuestras con hechos, das tu vida por entero, ayudas a los demás, te desvives en todo y te convierten en una enajenada mental y en una problemática, ahora puede entender la muerte de Jesús en la cruz, cuando era perfecto y lo más puro y grande en desprendimiento.