Quiero vivir un poco de felicidad, quiero intentar volver a amar, quiero superar este trauma, que me costará mucho tiempo, tanto, que quizás no lo consiga nunca, pero si aparece mi regalo hecha mujer, como será la real y verdadera, podré cicatrizar unas heridas graves, que me desangran el interior, la mente y los recuerdos de un engaño premeditado lleno de traición, malicia y de no ser ni una persona humana, que sintió lo que nadie le dio. Ahora ya ha llegado la recta final, todo volverá a cambiar, una nueva vida me esperará, cuando inicie la partida hacia otro lugar.
Dejaré la sombra, para quien no me pueda olvidar, pero mi presencia habrá desaparecido, dejando tanto dolor y martirio, para que se aburran los demás. No me gusta nada este pueblo, es pequeño y desértico, no tiene nada que ofrecerme, por eso marcharé a donde me corresponde, para relacionarme con gente de mi edad y de mi educación, respeto y cultura. Soy una mujer sencilla, noble, profunda, sensible, con un corazón de carne y lleno de amor, romántica y luchadora, que cree en el amor verdadero y lo siente para siempre, pero lo tiraron por la montaña más alta de la tierra y se quedó hecho trizas.
Volaré con mis alas rotas, pero cogida por mi ángel de la guarda para que no me caiga, me llevará al color de una vida cruel y llena de superficialidades, pero con la certeza de que seré recompensada y me dirán un te amo, salido del corazón y del alma, de un sentimiento profundo y compartido, para unirnos en un solo lazo, de la promesa de amor hecha realidad, por una mujer buena y sincera, que sabrá lo que quiere y nos valoraremos como dos tesoros unidos en uno solo, para que la riqueza de nuestro amor se desborde por donde vayamos.
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