Gracias a mis profesionales y a la gente que me quiere, estoy contenta cuando salgo, e ignoro a los malos y me vuelco con los buenos. Tengo la seguridad de que todo me va a cambiar y que voy volviendo a abrir mi corazón, con la esperanza de encontrar un buen amor.
El primero que he tenido ha sido toda mi vida, fui un ser humano que lo entregó todo de par en par, sin miedos, con la absoluta confianza y la seguridad de que jamás me haría daño, hubiera apostado todo mi ser y ahora estaría muerta y enterrada de verdad. Cuando se ha amado como yo lo hice, porque siempre me guardé, para un amor verdadero, es excesivamente duro y cruel el golpe que recibí, difícil de superar y de olvidar, una marca que solo puede quedar en cicatriz, con otro amor con personalidad, con humildad, profundo, consciente del valor que tengo, sin barreras, sin condiciones, sin normas, sin influencias negativas, sin familiares idolatrados, simplemente que sea verdad cuando me diga, que soy toda su vida entera, que solo será mía para siempre y que no podría serme infiel y traidora, que en realidad soy la mujer de sus sueños y que nos amemos por encima de todos y sobre todo.
Ahora no tengo miedo a nada, pues mi psiquiatra sabe que no soy una enajenada mental, me enfrentaré al médico forense y constará que soy una persona muy cuerda, pero que con todo lo que me han hecho, además de quedarme en esta silla y abandonada, pues mi depresión se convirtió en muy severa, por todos los martirios, brutalidades y ensañamientos recibidos, que hicieron que toda yo, derramara sangre de tanto dolor.
Si existe la justicia, la personas que me enviaron, lo que nadie ha podido terminar de leer, porque era algo salvaje y brutal, recibirán su condena, por mucho que se escondan, pero si no es así, porque los jueces aplican las leyes con libertad de criterios, tarde o temprano, de la justicia divina no se escaparán.
Fui al olvido, antes de penetrar en un corazón, que se me cerró desde el principio con corazas de hierro, desconfianzas y con el engaño de que aumentaba con el tiempo y si Carmen no se lo ganó, entonces es cierto aquello,... "de que en el amor no hace falta luchar por conservarlo, ni de hacer lo que sea y valorarlo como a un tesoro", es cuestión de..."más vale caer en gracia, que ser gracioso", pues quien no cree en él, lo verá y lo sentirá como un juego, en donde la partida se gana o se pierde, como quien tiene una baraja y se esconde un as en la manga, trucada, para ganar la partida, hasta que al final le descubren.
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