EL RELOJ DE LA VIDA

El tiempo es el reloj de la vida y con él, nos vamos haciendo mayores y cuando nos damos cuenta, somos ancianos si llegamos a esas edades. La mía ha pasado tan deprisa entre tantas penas, que no he empezado a vivir un poco y a saborear una felicidad normal, aquí en la tierra. Cuando creí que me llegaba del cielo, a través de mi sueño anhelado, fue todo lo contrario, pues he sido abrasada por el fuego del infierno y me han dejado quemada y llena de dolores incurables. Dicen que el tiempo lo cura todo y pasa al olvido, entonces aún me doy más cuenta, de que soy diferente a los demás y que desde que vine al mundo, ya llevaba el sello de la cruz, pues en mi, la oscuridad, la angustia, el dolor y el llanto de un respirar sin sentido, aumenta cada día y me voy apagando por dentro de tantas llagas, que me escuecen y me salen las lágrimas del sufrimiento de los recuerdos maliciosos, crueles y brutales, que me han quitado las ganas de todo.

No hay mal que cien años dure, ni persona que lo aguante, pero yo ya tengo el medio siglo y quizá muera sin recuperarme nunca.

Si mi mente no me la tuvieran medio atontada y no estuvieran mis pequeños por el medio, seguramente me encontraría hospitalizada y encerrada en mi mundo interior, sin abrir la boca y esperando la partida, cogida de la mano del Señor.

Hubiera apostado mi vida por la mujer que me la quitó, solo por enfermar y porque no me amaba nada, por eso se aprovechó y se cubrió las espaldas con malicia y con traición, pero lo que me hizo después, ni la persona más canalla se lo hace a quien se ha quedado indefensa y se lo dio todo a cambio de nada, pero un día le dije algo y se lo tomó de forma incrédula: Quien me destruye con premeditación, con promesas falsas, sin motivo y sin razón, ante un corazón noble, inocente y enamorado locamente, por ser engañado con palabras estudiadas, para conquistarme con un interior inexistente, Él se encarga de hacerme justicia y la lleva a cabo con esa persona, de la forma que menos se imagina, aunque vaya diciendo que soy una enajenada mental y planee chanchullos.

Solo salía por las mañanas a desayunar y tomar el sol, por las tardes un poco también, por recomendación médica, pero ahora solo me apetece estar acostada, pues me siento mal y agobiada, siendo que estando como estoy, tenga que salir lo antes posible si la veo de lejos como si yo fuera la peligrosa y ella la dueña de ir por donde quiera. El día 19 tengo cita preferente con mi psiquiatra, pues no alcanzo a comprender el plan que tramaron, para hacerme desaparecer, de como se enviaron pruebas erróneas en mi recurso de apelación y de las irregularidades extrañas que he visto hacia mi persona en el juzgado, pero confío en el fiscal y en la juez, para que salga toda la verdad a relucir y se me haga la justicia que me merezco, ante tanta salvajada como me han hecho.

No importa la edad, tampoco si una mujer es de pueblo, pues pueden ser más malas y vividoras, que cualquier lesbiana que se reconoce cómo es y por lo menos no mienten cuando te dicen lo que buscan, lo que quieren y puedes decir que no o lo que otra prefiera, sin que te destrocen y jueguen con tus sentimientos, como considera que es el amor, la persona con la que me abrí y me entregué por primera vez, que ahora habla de ganar o perder.

¿He perdido yo algo en ese caso, cuando lo puse todo y mantuve la relación con un verdadero amor?...no, no perdí nada, pues me quitaron del medio a base de cuchilladas y jamás me hubiera seducido si no es por lo bien que actúa y me hizo creer que era especial, profunda, sensible e incapaz de hablar así del amor verdadero, el que crece día a día y lo necesitas como el aire para respirar, el que sabes que es real y no puedes pasar sin él, porque tu pareja forma parte de tu ser y lo valoras, porque sabes que no encontraras otro igual, es el que deseas claramente, para caminar juntas compartiéndolo todo hasta que llega la muerte y esperas en el cielo a que se reúna contigo, con la sonrisa en la cara y poder decirle: ¡Bienvenida amor mío, te quiero y vuelves a estar conmigo!.