Solo estoy a gusto cuando hablo con mi psiquiatra y ve como estoy, también con mi psicóloga, pero en cuanto salgo de estar con ellas es como volver a la profundidad de un mar lleno de petróleo, en donde el veneno de la grave depresión que sufro me mata lentamente, no quiero soñar demasiado, porque tengo miedo a que por estar así, no exista nadie que me pueda amar, he nacido para tener mi pareja y vivir hasta que la muerte nos separe con ella, pero toda una vida perdida esperando, para dejarme una mujer, que no tuvo escrúpulos para abandonarme, no darme cariño y gritarme sin parar después de robarme, porque en la enfermedad me dijo que ya no estaba enamorada, ¿era eso amor verdadero?, era la crueldad de la maldad, del egoísmo y de quitarme lo que tenía, para destruirme sin piedad.
Ya no tengo más que a mis pequeños, para seguir respirando, pero cada día estoy más rota, más débil y más necesitada de tener mi pareja, que esté enamorada de verdad de mi y tenernos para siempre, con la madurez de dos mujeres sensibles, sinceras, nobles, profundas, románticas y junticas, cogernos de la mano sin poder pasar la una sin la otra.
Una esperanza que quiero tener, pero que la veo imposible, pues hoy en día hay mucha superficialidad, promiscuidad y solo se quiere la perfección.
Cuando salga de aquí, en mi otra casita, podré refugiarme en mi soledad tranquilamente y sin espías, saldré lo justo y dormiré sin parar como le contaba a mi doctora, que me ha quitado una de dos pastillas iguales que tomaba por la noche, junto con las demás, para que no me quede tan inconsciente, pero yo solo tengo ganas de cerrar los ojos y no hablar con nadie si no es preciso.
No consigo salir a flote, son muchas cosas las que se me han juntado y cuando me veo a través de un espejo en esta silla de ruedas y teniéndome que duchar y vestir, me vienen todos los recuerdos crueles, que me hunden cada vez más y me doy cuenta de que moriré sin haber conocido la felicidad, pues a mi nunca me amaron y desde el principio me utilizaron, me amargaron y cada vez que llegaba, se metían conmigo y me hacían sufrir.
Solamente cuando me levantaba a las cinco de la madrugada en invierno, para irme a trabajar para Valencia, echaban de menos lo fría que dejaba la cama, solo eso.
Te mando todo mi ánimo se me rompe el corazón cuando te leo sobre todo porque parte de ellos los he vivido el sentirme engañada y utilizada y solo te puedo mandar muchos ánimos para que luches por ser feliz un abrazo Jade
ResponderEliminarEres una gran persona con la que me siento comprendida y valoro tus palabras de consuelo, pero es tanto lo que me han hecho, que solo si se aplica la justicia, podré descansar tranquila, sabiendo que las leyes son para todos iguales y que me den lo que me han quitado y sean condenadas.
EliminarUn besito