NARRACION VERDADERA

Esta es la historia de alguien que se sentía boxeadora, pero que buscaba a su contrincante, porque se había dado cuenta de muchas cosas y le tenía respeto y temor, pues había comprendido que sabiendo lo inteligente que era además de ingenua, obedeció a un burro de la pradera salvaje que solo sabia rebuznar. Hay gente que tiene animales y habla con ellos y en este caso el burro de la pradera, que solo sabía dar coces era como un Dios para ella, por eso cuando rebuznaba con sus dientes grandes le obedecía al pie de la letra. 

Hay actos que se cometen que no se trata de rendirse, quedan demostrados y eso es suficiente, para pagar por los delitos cometidos.

Ahora es cuestión de esperar a los expertos y que siga el curso en las personas adecuadas, para decidir lo que es pan o lo que es vino y que no se trata de una pelea de boxeo sino de leyes.

Si por una denuncia basada en perjurio y llena de mentiras, sin demostraciones de ninguna clase, se me ha condenado como si le hubiera dado una paliza, porque se  inventaron de mala fe que yo le había dicho que la iba a matar y he tenido que recurrir ¿que le pasará a ella con mis pruebas reales que demuestran los delitos cometidos?, pues de momento ya ha empezado mi abogado, para que la calificación de los delitos tengan sus nombres correspondientes y ya ha iniciado las acciones pertinentes, para  presentarle al ministerio fiscal todo y decida de oficio el comienzo de las negligencias previas, para que se proceda en consecuencia y reclamar la responsabilidad civil correspondiente.