¡CUÁNTO ME AMA Y ME MIMA EL SEÑOR!

Me ha añadido un nuevo medicamento mi psiquiatra, pues he pasado dos meses muy enferma y deseaba morirme y es una maravilla, ya que me siento contenta y parece que ando flotando en el paraíso terrenal. Además, me doy cuenta de que todo lo que me pasa son cosas muy especiales, que no les ocurre a los demás, puesto que mi lucha sin riñas y sin nada son fructíferas y consigo ser atendida en mis peticiones y encima con un trato inmejorable.

Hoy, me ha llenado de emoción una llamada que he recibido, porque he estado hablando durante mucho tiempo con alguien muy importante, pero no puedo decir con quien ha sido, para no dar pistas a mis enemigos y he visto el milagro del Señor, porque ha escuchado mi oración y se sin duda alguna, que mi final será la gloria que tanto me merezco, pues Él sabe lo que me arrebataron, lo que me hicieron pasar, lo que me torturaron, la trampa que me tendieron, la violencia y el pitorreo con trato degradante y vejatorio, que me llevó al agravamiento, que ahora sufro, por culpa del martirio al que me sometieron tan aberrante, por culpa de un ser, que no hay calificativos lo suficientemente adecuados en el diccionario español, para describirla.

Las consecuencias salen, pero a su debido tiempo, pues cuando más se creen algunos que todo está terminado, cuando menos se lo esperan las personas salta la liebre y entonces, se produce el empache y las ganas de vomitar. Digo todo ésto, porque a veces puede pasar algún año, otras menos tiempo, pero lo que si es cierto es que sale y sale de verdad.

¡Qué cierto es, que para Dios una niña indefensa e ingenua, pero llena de amor no hay quien se la toque!, pues solo aquellos que tengan un corazón de carne, no tengan malicia y sean inocentes como los niños pequeños entrarán en el reino de los cielos.

Estoy muy animada, la silla me la pagarán muy pronto, tengo una casita preciosa, me aumentan la ayuda a domicilio hasta los sábados también a primeros del mes que viene, me controlan y me cuidan los grandes de espíritu y de cargos, pero sencillos y humanos como ángeles que mi Padre celestial me ha puesto en la tierra, así que me siento agradecida, esperanzada y no deseo cambiar nunca si no es para ser mejor todavía, pues si de algo fuí culpable fue de amar de verdad, con todas las fuerzas de mi ser y las puertas de mi existencia de par en par, confiando sin límites ni fronteras, olvidándome de mi misma y disculpando sin cesar, porque a pesar de no estar ciega el amor verdadero te hace estragos y lo vas perdonando todo hasta que la otra parte te pega las puñaladas más traperas, te maltrata, te roba y te acaba tirando de su vida como a un cerdo en la enfermedad y encima con los cuernos bien puestos de una prepotencia infinitamente elevada, una catedrática en calcularlo todo y consciente del delito que está cometiendo, porque sabe el apoyo que va a recibir de un pueblo maldito en donde conocen la verdad, pero tapan a los suyos, aunque sean unos asesinos y matan al de fuera si es preciso como hicieron conmigo... 

Las arrugas del mal se llevan reflejadas, pero quien es una jugadora con los sentimientos ajenos y sabe que nunca pudo amar, ya tiene motivos para que la incapaciten, pues tiene una grave enfermedad, una enfermedad llamada ¡NEURÓTICA INSOCIABLE! y alguien que es así nunca podría ser poeta ni escribir poesía, tan solo hacer teatro y ser buena fingiendo unos papeles, que serían de total fantasía o de algo parecido a una obsesiva sexual, que se siente mujer loba en celo cuando aparece la luna llena a menudo y es esa luna del alba, que desapareció sin dejar ni rastro, porque se asustó y se llenó de espanto...