Me iré al final de mi vida y enamorada de ti, porque te llevo por todo mi ser y me haces sufrir y sufrir...
Al amanecer te siento, por el día me acompañas, por la tarde te añoro y por la noche te abrazo y me fundo contigo, para perderme en el océano de la dicha sin querer ver el sol, y solamente emborracharme de ti, para seguir bebiendo sin cesar de la copa de tu alma y de tu corazón, que son míos con toda la pasión y nuestro inmenso amor, en la fantasía de mi mente..
Tú, tienes el nombre que me hace respirar, el que me vuelve loca de tanto pensar, el que me guía por el sendero de la pena y de la amargura, el que no vendrá a mi jamás, el que me lleve a la sepultura, pero te he amado siempre y te amaré, aunque nunca estés conmigo en la realidad y la soledad me consuma, al quedarte en un solo sueño y me espere la muerte sin conocer el amor..., ese gran amor verdadero, que deseo de ti y que pido a cada instante mirando al cielo, para ser felices eternamente y que me respondas ¡Si! ...
Ole.
ResponderEliminarQué bonito, aunque muy triste.
¿Dónde está la diabla guerrillera?
Saludetes.
Querido amigo: Habla mi corazón desde mis sentimientos más íntimos y profundos, pero es una realidad, que no me impide luchar por otras cosas, que llevo hacia delante pero que me pasan factura y llevo ya unos días de reposo, pues mi debilidad es demasiado grande y tengo que reponerme, para seguir al frente..Un abrazo diablillo
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