LA PACIENCIA

  

La paciencia, es un don difícil de prácticarlo sanamente, pero si de algo puedo alegrarme, es que siempre la he tenido sin límites, por eso, quienes gozamos de ella, los finales los solemos tener dulces. La paciencia, es la fuerza que te permite luchar y seguir luchando aunque desfallezcas, pues te vuelves a levantar y seguir con ella, así, sin abandonar y que hasta no haber llegado al último escalón, sigues y sigues, para si caes sin haber conseguido lo deseado, por lo menos te sientes valiente de haberlo intentado todo.

Mi fuerza más grande es la paciencia, soy luchadora hasta lo increíble, cuando me tocan los tesoros guardados en mi corazón y en mi alma, porque una verdadera guerrera del bien, jamás abandona, sin haberse enfrentado a lo que existe en el mundo y que es la biblia humana de los derechos y nuestras obligaciones, para respetar la vida ajena, la verdad, los gustos, sus acciones sin engaños, ser libres, no matar de ninguna manera, sin fanatismos confusos y ser respetados, sin que nadie nos acribille a puyazos monstruosos, por escribir realidades, que se pueden demostrar y que son de mentes enfermas, con demasiadas anormalidades graves monstruosas. La envidia y la cobardía es sinónimo de sentirse inferiores y salir corriendo, para esconderse y que nadie sepa lo que se ha hecho, utilizando gente, para hacer los trabajos sucios y no tener ni idea de saber, cuando se creen saber mucho, por eso, el que es prepotente y necio, tiene demasiado negro de color en su interior y menos cerebro de persona, porque lo tiene lleno de serrín de las aguas putrefactas que pasan por él y que se llaman, riego sanguíneo.

La cultura, se adquiere de muchas maneras y es preciosa, acompañada de sencillez y humildad, porque convierte a la gente que expresa lo que siente, en auténtica y real. No es más culto el que más estudios tiene, sino el que aprende con el espíritu y lo lleva lleno de bondad, humanidad, sabe agradecer, ayudar, dar amor verdadero, no sabe mentir, no es cruel, es leal, comprensivo, sabe escuchar, no se deshace de un buen amigo o amiga, sabe conocer y penetrar en los sentimientos ajenos y sobre todo, está inundado de gratitud. Hoy por hoy, mi paciencia está intacta, sin prisas, confiada, esperanzada, sin sacar conclusiones por adelantado, sin dejarme pensar por mi salud mental y por eso, sigo aquí, viva, viva y sabiendo que hay gente buena y que calan de una manera especial.

Estoy convencida, de que existen los llamados ángeles imperfectos, enviados para hacer mucho por los demás y yo he tenido el privilegio, de que sin buscarlos, han llegado hasta mi. Tú, tú cariñet, si fueras lesbiana, serías mi sueño de mujer, eres bonita por dentro y una preciosa artista natural por fuera, te preocupas de mi y te gusta hablar conmigo con mucha exquisitez humana y una energía, que ayuda a salvar a cualquiera y recogerla del suelo, porque te nace, la quieres o la amas, pues eres especial, muy mujer y con una sonrisa y una voz celestial. Es una pena, que seas heterosexual, pues no puedo enamorarme de ti por ese motivo, pero te amo como amiga y me conformo contigo y con mi  valorada y querida amiga, que si me lee, ella sabrá identificarse...