Cuando estoy contigo, el tiempo se va demasiado deprisa, pues contemplando tu sonrisa, veo una nueva esperanza en mi desierto de angustia, dolor, lleno de yagas y profundas heridas; una luz que me ilumina, para volver a amar, ser amada y conocer la dicha tan anhelada, la confianza de volver a amanecer, esperando que una mujer parecida a ti, pueda llevarse toda mi vida y sea hasta el fin. Gracias a tu apoyo, a tu cariño, a nuestras riñas, a tu alegría y a tu dolor oculto, me siento persona y no solo un bulto sin nada que hacer en este camino lleno de espinas, sin poder ver lo grande y bonito que es, a pesar del recorrido que agota, cuando estás sin nadie que te acompañe y lo tengas que hacer sola.
Somos amigas y tenemos mucho en común, unas veces me equivoco yo y otras, te equivocas tú, pero lo mejor de todo es que..., nó conocemos el rencor, reflexionamos y nuestro cariño y confianza es aun mayor. La amistad ha nacido, crecerá con los años, pero sabiendo, que es un tesoro y queremos conservarlo.
Hola amiga, tú si que vales y eres una persona que se merece lo mejor,esta tarde será inolvidable,aunque nos seguiremos viendo,piensa que yo valoro una amiga de verdad y no me importa la gente, nuestra amistad es lo que importa. Gracias y besos
ResponderEliminarValoro el interior de la gente muchísimo, pero tú eres lo mejor de este lugar, que si siento pena, es porque no te veré como ahora, pero me hablarás por teléfono y también te contaré, si algún día aparece el amor de mi vida, con el que siempre he soñado. Un abrazote
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