ALGO DE CHISTE, PERO REAL

El día que por primera vez, estuve en urgencias del centro de salud, iba con mi auxiliar para que me pusieran la sonda, por orden del urólogo. Al llamarme para entrar, me atendió un enfermero de edad madura y entonces me advirtió que era un poco doloroso; tras subirme a una camilla y estar urgándome un buen rato, le contesté que no me había enterado y la respuesta fue de total cachondeo, pues me dijo: ¡No le ha podido doler, porque no encuentro el agujero, para metérsela!. Mi auxiliar por dentro se partía de risa, pues ella estaba girada por respeto, así que tuvo que llamar a una enfermera y cuando ésta llegó, en un periquete me la había colocado. El propio enfermero dijo..¡claro las mujeres os conocéis mejor! y así me marché, hasta que a pesar de lo vergonzosa que soy, me reía a carcajadas en la salida con mi amiga, porque fue una anécdota de las muchas que vivo y que me pasan a mi. 

Cambiando de tema, hoy, he estado en la asistenta social, para que me hiciera un informe, que debe enviar, y ya, tenerlo todo previsto, para llamar al lugar adecuado y confirmar mi fecha de traslado, para en cuanto me instale, sea atendida inmediatamente. Antes, haremos un viaje mi amiga y yo, para comprarme lo imprescindible y limpiarme la casa, para ya, llegado el momento despedirme de este pueblo, al que le agradezco en cuanto a los organismos de aquí, la ayuda que me prestaron, desde el día siguiente, en que vinieron a la casa en donde me abandonaron, porque mi ex...las llamó, pero para convencerlas de que me encerraran en algún sitio, algo que no consiguió, gracias a la ex trabajadora social de la dependencia, que se dio cuenta de la realidad. Espero y confío plenamente, en que todo me cambiará y mi salud, se estabilizará sin los golpes y sufrimientos que llevo aquí, resultándome una pomada mi nuevo destino, que aliviará mi grave depresión y el dolor tan intenso que arrastra mi ser y que me acabaría matando. 

Año nuevo, vida nueva, un nuevo comienzo con mi parte de miedo, nuevas gentes, nuevos horizontes y con la posibilidad, si Dios quiere, de hacer mi sueño de toda la vida realidad, y sin traiciones, malos tratos, robos, ensañamientos y ni mentiras con agresiones, que tanto daño me han causado, dejándome muy mal, pero con el abrazo de Jesucristo, que se encarga del resto, para cuando vuelva llegado el momento que tanto me merezco, ver en un banquillo al atajo de bandidos, que se aprovecharon de mi estado, para dejarme sin ganas de vivir, hasta que me pusieron en tratamiento y he podido salir adelante, cayéndome constantemente de la persecución sin medidas, que me han dejado sin deseos de salir si no voy acompañada, por el terror que me produce, encontrarme con los culpables.