EN LA IMPERFECCIÓN ESTÁ LA PERFECCIÓN

Nadie en este planeta es perfecto, por eso, en los imperfectos que se lo reconocen, son profundos, reflexionan, son maduros para lo importante, sencillos y humildes, se miran con la desnudez de su verdad en el espejo de si mismos y tienen como virtud, el amor inmenso que llevan en su corazón, son los más perfectos que elige nuestro Señor, para anidarse dentro de ellos y aunque no vayan a misa, les hace compartir su cruz, para llevarlos a la resurrección de la gloria infinita. Lo peor, que le puede ocurrir a alguien, es buscar la perfección, pues será el más imperfecto, hará las cosas pensando en su propia vida, la prepotencia será su gran amor, la falsedad su sencillez, en sus fracasos el gran egoísmo, en la obsesión carnal, su caída hacia el pozo de la oscuridad, quedándose en el vacío de su suciedad; en la idolatría hacia alguien su ceguera dañina, en su silencio a la hora de alzar la voz su cobardía, en el teatro de cambiar los hechos su maldad, en el dinero basará la bondad, en resumidas cuentas, será tan imperfecto, que avanzará cada vez más hacia el camino del mal, sin poder salir de él, por mucho que se lo proponga, pues la carencia de todo, le impide tener la sabiduría divina, de no ver nada y le habrán cerrado la puerta de su corazón al Todo Poderoso, que es el que te enriquece de amor, cuando eres un brillante en bruto y te va puliendo con los dones que te concede; por eso, carecer de él será la perdición de esas personas, porque su imperfección será dañina y espantosa. pues vivirán arrastradas con la fuerza del mal y nunca serán felices en nada, porque buscarán siempre la perfección en los demás y no se mirarán ellas, para darse cuenta de como son.