AMIGA LEJANA

Estás derrotada y acabada, me lo has dicho por teléfono, pero no puedes gritar lo que en realidad llevas en tu corazón, porque eres orgullosa y sabes que no has hecho bien, porque no tienes personalidad ni tienes nada.

Nunca serás libre y la esclavitud de tu agresividad te lleva a la soledad más penosa, pues mientras no sueltes la verdad de tu corazón, no dormirás tranquila y tus pensamientos se convertirán en un laberinto del que nunca podrás salir.

Porque somos amigas te doy este consejo, porque has estado en malas compañías y te estropearon hace muchísimos años y no supiste ponerte en tu sitio, cuando debiste hacerlo, porque te rompieron en miles de cristales y tu alma se quedó fría y helada.

Me gusta hablar contigo, porque muy en el fondo sabes que no te he mentido llamándote a la verdad de tu vida, pero esas verdades no te han gustado, pero una buena amiga no dice lo que otra quiere escuchar, le dice lo que los demás han ido diciendo a la espalda y quien es noble y sincera lo hace a la cara.

Cuando me has colgado, me he dado cuenta de que sabes que soy la mejor amiga que tienes, pero me odias demasiado, porque me valoras y sabes que no miento. Te perdono siempre, porque las amigas están para lo bueno y lo malo y no te tomo en cuenta la soberbia que tienes.

Aun estás a tiempo de cambiar y analizarte, pues te llevará a encontrarte a ti misma y a no confundir las cosas, ni a ser como Pinocho.

Se que lo estás pasando muy mal y es que por primera vez sabes que has caído en las garras del mal y se ha apoderado de tus acciones, tus amistades y tu familia te han trastornado, pero a la hora de la verdad sola te dejan y no están a tu lado, pues me lo cuentas todo y no te diré lo que los demás, que te siguen la corriente como a los locos.

Llora, llora sin parar, suelta todo eso que te consume, grítalo y entonces podrás defender la libertad y decir la verdad aunque sea una vez en tu vida.

Amiga no seas necia, como siempre intento ayudarte, pero si no te dejas, no puedo hacer milagros, así que reflexiona y mirate bien, por si se te ha ido la ceguera.