MUCHO QUE HACER Y PADECER

Ya tengo avisado al autobús, para que me recojan mañana, porque tengo juicio a las 11, para que me paguen los atrasos de mi pensión, la cual me reconocieron el día 7 de diciembre como absoluta y que ya empiezo este mes a cobrarla. Los abogados siempre que te llevan un caso saben de antemano si está ganado, si es difícil o no hay nada que hacer, pero en el mío todo está claro y no habrá ningún problema.

En el que tendré por mi asunto personal, cuando contraté a mi abogado penalista, primero lo estudió todo y sin  dudarlo se hizo cargo, porque tengo pruebas suficientes, para que si existe la justicia se condenen a las personas correspondientes por los delitos penales cometidos, ahora depende de si el juez lo lleva como faltas graves o muy graves o delitos, dependiendo de su criterio, por eso mi abogado luchará para que se aplique el código penal y sea legalmente visto como delitos.

Ya tengo mi informe de la silla, porque la doctora especialista de estos casos me la aprobó y solicitaba de mi psiquiatra que indicara si era segura para mi, ahora solo me queda llevarlo al sitio adecuado y esperar el pago de la misma.

La ley de dependencia empecé a cobrarla y en cuanto a la economía me ha quedado un sueldo decente, para vivir dignamente, pues pago el mínimo de todos los servicios sociales que tengo y me lo subvencionan casi todo, porque no tengo bienes ni nada y estoy muy bien atendida.

Ayer tras casi dos horas de charla con mi psicóloga sabe que no estoy nada bien y que tengo un trauma demasiado grande, que me ha dejado sin alicientes de ninguna clase y solo deseo refugiarme en mi casa y dormir, pero espero el milagro de que con el tiempo esta pesadilla se convierta en una cicatriz, una vez los culpables paguen por lo que me han hecho.

Después ya haré lo mejor para mi salud y algún día sin confundir a Dios con el demonio, me regalará a una persona especial como yo, que ya se enamorará de mi tal y como estoy y entonces sabré, que es la verdadera mujer de mis sueños, para regalarnos una vida de felicidad compartida y momentos difíciles pasajeros, que nos harán superarlos juntas con el amor verdadero y llenarnos después de la dicha diaria hasta que la muerte nos separe. A veces es necesario pasar por estas crueldades, para saber discernir lo que nos viene del cielo o del infierno, por eso doy por hecho que yo era demasiado grande, para seres tan pequeños y tan llenos de veneno mortal, que no tienen nada en su interior y no son capaces de sentir con el corazón y el alma, porque sus sentimientos están como se diría con los hombres, entre las piernas y solo quieren lo bueno sin sacrificarse ellos en nada, pero en lo malo salen corriendo dándote de puñaladas y traiciones hasta que revientan de placer.