EL FRIO LOS REUNIO

Hacía mucho frío y se tuvieron que refugiar en la misma cabaña; el amor verdadero, el amor y el sexo, los tres encendieron un buen fuego, para estar calientes y tomarse un café juntos.

Mientras tanto se pusieron a charlar para no aburrirse y comenzaron una conversación muy interesante entre ellos.

El amor le preguntó al amor verdadero ¿Qué diferencia hay entre tu y yo? el amor verdadero le contestó: Sencillamente yo permanezco para siempre en todos los momentos buenos y malos y tú desapareces cuando te surgen problemas, porque eres débil y no te complicas la vida.

El sexo intervino y también les preguntó: ¿Y por qué estoy yo en los dos?, el verdadero enseguida le contestó sabiamente: Porque tú me sirves para unir dos cuerpos en uno y transmitirse el espíritu en una entrega de hermosa belleza, que les hará perdurar con recuerdos de placer, un caminar de alegrías y tristezas.

El amor más pensativo le contestó: Yo solo quiero de tí que me des placer y satisfacción y que no me compliques la existencia con problemas de convivencia.

El amor verdadero sacó una conclusión divina y dejó chafados a los otros dos y les hizo callar, para decirles lo siguiente: En mi no siempre estas tú sexo, pues también hay algo muy fuerte, que se llama complicidad entre dos seres que me eligen y pueden pasar un tiempo sin ti, porque aguantan por amor e igualmente son felices.

Tú amor no eres amor ni eres nada, pues el ser humano es tan superficial, que si no fuera por el sexo, nadie te elegiría, pues a la hora de la verdad, te utilizan como disfraz y te abandonan enseguida.

El amor verdadero les dio una gran lección, porque para llegar a sentirlo y hacerlo realidad, hay que tener un corazón muy grande, profundo y lleno de sensibilidad; pero sobre todo desearlo y creer en él sin barreras, para  mantenerlo y cerrarle la puerta a la pobreza interior, para que nunca desaparezca y en la vejez abrazarse, para desear morir junto a tu amor.