ENTRE MARGARITAS

Iba por el campo y estaba lleno de margaritas, he pedido que me cojan una, me la he llevado a solas y mientras la contemplaba, veía mis respuestas de niña esperanzada, que en sus hojas confiaba. He ido arrancando una a una y mientras tanto le preguntaba: ¿Se hará realidad mi sueño de amor eterno?, las iba quitando con el si, no, si, no, el final ha sido si y me he sonreído, porque mi fe interior en cuanto a mi destino, lo he dejado en manos de Dios. Tengo pocas, pero buenas amigas y me apoyan tanto, que me levantan la moral y me doy cuenta de que todo es posible, menos evitar la muerte. Hay todavía gente buena y mi Padre del cielo me lo está dando todo, por eso, estoy segura de que me hará feliz, haciendo que se encuentre conmigo la mujer más maravillosa, que me ame a mi, yo a ella y sigamos juntas hasta el fin de los tiempos, pues la silla no es un impedimento y lo he visto aquí, con un muchacho que también la lleva y tiene una novia muy guapa, que la conoció estando así. Quienes me cuidan, me dicen que soy muy linda por dentro y por fuera y que con mi carácter en cuanto tenga amigas de mi condición, alguna se va a enamorar de mi, poco a poco, suavemente, verá mis valores y cuando se quiera dar cuenta, su corazón latirá con fuerza, como el mío, porque cupido nos habrá lanzado las flechas del verdadero amor. He comprobado, que me siento relajada, muy bien atendida y sin faltarme de nada, vivo dignamente y en cuanto pase la semana santa, cogeré mi tren y me iré a donde me ha recomendado mi psicóloga, pues quiero hacer amigas en persona y nunca se sabe lo que puede surgir, cuando tienes el destino escrito. Las personas que me atienden, conocen mi condición y me llenan de besos, me ven especial y me lo hacen pasar bien de verdad con sus chistes y sus gracias, porque dicen que soy guay y hasta me llaman Super Carmen, pues piensan que soy muy valiente y luchadora. Ahora, estoy más convencida de que esa mujer divina, llegará algún día a mi vida para amarla, pero siendo correspondida...