Hoy, no es que vaya a misa por quedar bien, es porque me han invitado y de paso, me despido con ella, de Casas Ibañez. No soy de iglesias, pues solo me gusta ver la cruz y ya está, es algo, que siempre me ha hecho sentir un amor muy especial y la veo en cualquier lugar, cuando estoy sola, o en mitad de la naturaleza, y me hace rezar, en una intimidad inmensa, que nadie me rompe. Mi gratitud, a los regalos que he recibido y me están llegando, es infinita, y me siento esperanzada, a un resurgir, de la profundidad más traumática de mi vida, pues si he llegado a soportarlo, ha sido gracias a todas las ayudas recibidas, y a mi voluntad de querer salir de la muerte. Un lugar precioso de Castilla la Mancha, importante, con una belleza muy grande, otra cultura, otras costumbres y un nuevo nacimiento, me están esperando. Quiero volver a ver la luz, estabilizar mi enfermedad y acabar con este sufrimiento, que me provocaron con toda la maldad, para volverme loca, encerrarme en un centro y me empeoraron sin entrañas y sin piedad, pero no consiguieron, hacerme perder la cordura. Mi recompensa del cielo, me ha llegado con esplendor, con el trabajo de corazones humanos, que se volcaron, para llevarme a un sitio mejor, y que pudiera volver a respirar, por eso, jamás he dudado, que no solo fui seleccionada por Dios, sino que me eligió, al no existir la malicia en mi corazón y se quedó anidado en él...
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