Cuando nos faltó nuestro Kimba, Chico se quedó muy triste y por ese motivo adoptamos una cachorrita, que sacamos de la protectora. Le pusimos de nombre Loyca por el comienzo de nuestros respectivos nombres y al principio no la aceptaba, pero pronto por lo cariñosa que era se hicieron amiguitos.
Fue entonces cuando nos fuimos un mes de vacaciones a la playa y nos los llevamos a todos con nuestro Ninet también, que iba asustado en el coche, pero se tranquilizó al ponerse junto a ellos.
Loyca tuvo su primer periodo en el apartamento y chico iba loco detrás de ella, pero no conseguía nada, aunque a ella le gustaba. Nos la tenían que esterilizar al regreso y un día antes de la operación chico hizo el amor con ella por primera vez, pues nunca había estado con ninguna perrita.
Mi mujer y yo estuvimos dudando de tener un hijito de nuestro chico, pero no había garantía alguna de que tuviera uno solo, así que al día siguiente la operaron y nunca supimos si estaba preñadita. Fue muy dura la decisión, pero era lo mejor según el veterinario porque no hubiéramos podido quedarnos con todos, ya que al ser tan jovencita habría parido una camada.
Ahora se quieren mucho y es que Loyca es muy dulce y le da besitos a Chico y lame a Ninet, que se deja querer tan pancho.
Ninet tiene la misma edad de nuestro fallecido Kimba y se querían muchísimo, pero lamentablemente nuestro amado Kimba con un ejemplo a seguir de fortaleza y de querer seguir viviendo, sufrió en silencio su enfermedad de los huesos hasta que ya no podíamos permitir por egoísmo verlo sentirse tan impotente.
Los tres duermen en los pies de la cama con nosotras y somos una familia, aunque cada día de mi vida llevaré en el recuerdo y en mi corazón a mi hijo mayor, mi confidente, mi apoyo, el que me consolaba y me hablaba si me veía llorar, el que me salvó la vida en una ocasión y al que abrazo fuertemente cuando miro sus foto.
A Chico ya se le nota diferente, son once años, pero con sus cuidados y sus pastillas va aguantando muy bien su corazón y su pulmón y le hace mucho bien Loyca, aunque a veces lo enfada de tan empalagosa como es.
Nino vive como un rey, come, bebe agua, hace sus necesidades y duerme en la habitación que le gusta, excepto por las noches, que se viene con los demás. Tiene una inteligencia fuera de serie, no tiene uñas delanteras y está castrado, por lo que nos ha salido muy amoroso y lo pide todo.
Mi mujer les da sus longanizas de recompensa y nos sentimos orgullosas de como los criamos, porque no pueden ser más buenos y educados.
Los animales no son mascotas ni juguetes, son miembros de la familia y hay que tenerlos en condiciones como se tienen a los seres humanos y ellos tienen una gran diferencia y es que nunca te fallan.
Unos miembros encantadores...
ResponderEliminarMil besos Carmen.
Feliz tarde
Son miembros de nuestras vidas y toda una familia llena de amor. Un abrazo de tu amiga
ResponderEliminarUy que tiernas mascotas no hay nada como el amor de un animalito y retribuirlo . Par ami mis mascotas son como mis hijas. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarEres muy amable J.P y agradezco mucho tus palabras. Un abrazo
EliminarTu variopinta familia es encantadora.
ResponderEliminarBesos
Gracias Julia tú también lo eres. Un abrazo
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