YO QUERÍA LO QUE TENGO AHORA

Todo se consigue cuando tienes fe y esperanza, cuando eres luchadora y no te importa la batalla que se desate, cuando eres perseverante y confías en que a pesar del desamor que existe en el mundo, también crees que los hay de buen corazón y sanos sentimientos, mujeres especiales, que cada vez son menos en el mundo lésbico, pero que yo siempre pensaba, que alguna estaba guardada para mi y hacer realidad el milagro que día tras día y noche tras noche a Dios le pedía. No cogí el tren equivocado por casualidad, pues ahora tengo el verdadero y más lujoso por dentro y por fuera, también tengo una familia por parte de mi mujer que me quieren, una familia maravillosa que me valora y que no nos permiten pasar la navidad aquí, por lo que estaremos todos juntos y será la culminación a mi dicha más valiosa a lo largo de mi vida y que ahora conozco.

Mi gran amor es toda mi vida, nada es de cada una, todo es de las dos y sobre todo coincidimos en los gustos y fumamos cuando nos da la gana sin que nadie nos tenga en la inquisición, me trae mi café con leche a la cama, me cuida con un amor inmenso entre juegos y risas, no nos aburrimos para nada, me habla con hechos y me dice las palabras más hermosas que puedan existir. Ella, me lo ha devuelto todo y ahora, ya soy la Carmen que era y que no me dejaban ser.

Mañana nos vamos al hospital para mi, pues me van a hacer una prueba, ella estará a mi lado, no me deja para nada, siempre está pendiente de mi y yo de ella, es la mujer de mis sueños, que me ha llegado de las estrellas y eso ha sido, porque Dios me la ha regalado al seguir confiando y sacarme de la cruz, que me estaba matando, porque soy humana y comprendí lo que debió pasar Él siendo inocente y el único Amor perfecto para el mundo...

Ahora soy feliz, muy feliz y no me pasa por la cabeza las ganas de morir, solo las de vivir y emborracharme de mi mujer, que es la más bonita, apasionada, romántica y dulce, que podía quedar como alma gemela para mi y que me hace ver los colores de la vida con todo su resplendor...