DETRÁS DE LA OTRA PUERTA

Estás ahí, detrás de la otra puerta, me hablas desde la distancia, pero tienes miedo, porque me sueñas y me deseas, por eso estoy aquí detrás de la mía, para que cuando me veas, aunque estés lejos, tiembles de amor del bueno, porque reconoces el tesoro que tengo y me quieres conseguir. Estoy aquí para ti y pronto partiré, por eso si te cansas, el ángel del amor eterno perderás, por no tener paciencia y acercarte un poco más. Sigue como el duendecillo que se perdía por el bosque, para ver a su estrella, mírala de cerca y me encontrarás, escucharé tus bellas palabras, te miraré a los ojos a través de la luz celestial, sentiré tu corazón latir, sabré si realmente anhelas mi alma, de mujer a mujer, pero cuando lo hagas, ya no podrás vivir sin mi, porque solo yo, es lo que anhelas para ser feliz.

No pierdas el tiempo con la desesperanza, corre el riesgo y busca esa estrella que te habla, dile lo que deseas y volverás a sentarte con paz y a dormir sintiendo mi cuerpo, aunque ahora no lo tengas. ¿Sabes que pronto me iré ya?, pues no sigas buscando, porque la mujer de tus sueños es una realidad; amor, amor de mi vida, amor de mis amores, ¡qué ganas tengo de abrazarte y acurrucarme entre tu pecho!, ¡ven!, ven a mi sueño, hazme el amor más bello y sentido, profundo, espiritual, el de dos seres unidos, que se han fundido en uno solo, solo uno, para que nada, nada, nada, ni nadie lo pueda romper, porque solo tú y yo, formaremos nuestro nido de amor y velaremos por nuestra felicidad, solamente tú y yo, porque seremos conscientes de una realidad: De que a la hora de la verdad, nos iremos juntas más allá de la eternidad.