Blanquito es un precioso caballo blanco, que está encerrado en una casona de al lado de mi edificio y que lo sacan muchas días, para que pueda comer una hierba bastante indeseable, pues no está fresca y el pobre está solito, por eso, vienen y con una cuerda lo dejan fuera, porque tiene que tomar lo que hay. Nos hemos hecho amiguitos y me entiende cuando lo llamo y se me acerca, pues le hace gracia mi kimba, se huelen y parece que sepa que es mayor y que está fastidiado. En esta foto se gira porque lo estoy llamando y se me acerca para que le diga cositas y ahora, le llevo alguna zanahoria y se pone muy contento. Blanquito tiene una cara preciosa y unos ojos que me miran profundamente, me mueve la cola y hablo con él, porque parece que lo entiende todo. Su dueño no está nunca, pero aparte de que está un poco sucio, es utilizado en las fiestas, pues baila y hace cosas maravillosas, porque está adiestrado y su porte es de ser un buen animal joven, que solo necesita cuidados mejores y mucho amor, porque lleva arrastrando la soledad y necesita que lo mimen. Cuando salgo a pasear a mis pequeños y no está lo hecho de menos y cuando lo veo se me ilumina la cara, pues nos llevamos muy bien y es digno de estar mejor atendido..
¡¡¡ Pobrecito mío ¡¡¡ Siempre que puedas querida niña vete a verle para ofrecerle tu cariño y mimos, así por lo menos en unos instantes le mitigas su tristeza y soledad.
ResponderEliminarMiles de besinos de esta amiga que aunque a veces no pase a visitarte, pues el tiempo no corre a mi favor, nunca te olvida y siempre te lleva en el corazón.
Querida Ozna: ¡Qué alegría verte en mi hogar! No puedo evitarlo el amor que me inspiran los animales, pues este caballo es muy inteligente y vamos mis pequeños y yo a decirle cositas y se alegra de vernos. Es precioso y cuando no está lo echamos de menos...Un abrazo cariñet
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