CUANDO ESTOY ASI

Llevo acostada desde mediodía, pues me encuentro mal y me siento débil y cuando estoy así, me da la sensación de que no viviré mucho. Es entonces cuando me embarga otro dolor más fuerte y que me lleva a derramar lágrimas, y a tener un nudo en el estómago que me provoca náuseas y solo ganas de dormir para no sufrir. No quisiera irme de este mundo sin ser amada de verdad y tener la felicidad con la mujer de mi sueño, es algo que me supera y que necesito, porque yo he nacido para eso, y otras cosas no me llenan, para darle a mi vida un sentido. No puedo encontrar las palabras adecuadas, para expresar lo que hay en mi corazón y en mi alma; por eso, por mucho que escribo, se quedan en nada comparado con lo que llevo dentro de mi y que quisiera gritar con todas mis fuerzas sin poder hacerlo.

No quiero estar sola, no puedo con la soledad, deseo a mi amor soñado hecho realidad, quiero amarla y ser todo para ella, deseo estrecharla entre mi brazos y llenarla con todo mi ser, no me importa la vida, si ese tiempo que pueda quedarme, no tengo a nadie a quien darle lo que tanto anhelo y necesito.

Quiero esa felicidad que solo podemos tener aquí, un beso espontáneo, una mirada profunda, un te quiero, una sonrisa, un silencio que lo diga todo, una charla, tan solo un abrazo, un paseo, cogerla de la mano, una riña tonta, una reconciliación maravillosa, una espera para comer, un problema y una solución, un solo camino para las dos, una ternura y comprensión, un diálogo, un arrepentimiento, un perdón, un levantar natural, un nido de todo y algún momento sin nada; todo aquello que conlleva la convivencia de un verdadero amor. Si no llego a tenerlo, habré pasado por el mundo con un sin techo, sin rumbo, con hambre, y la sed de un pobre vagabundo. ¡Cuánto te amo y cuánto te quiero!, no vienes a mi y me desespero, pues te sigo siendo fiel y todavía me queda un aire de esperanza, para que se cumpla mi deseo.